En el día de hoy ha fallecido nuestra amiga, compañera y referente (en lo personal y en lo profesional) Beatriz Monasterio Chicharro.

Abogada, luchadora, feminista y una pieza fundamental de la Asociación Libre de Abogadas y Abogados (ALA), asociación que ayudó a fundar, Bea nos ha acompañado a muchas de nosotras durante nuestra carrera profesional y en nuestra militancia en ALA, concretamente en el Área de la Mujer y en la Comisión de Defensa de la Defensa de la Asociación. Ha compartido despacho con alguna de nosotras, activismo con varias y hemos actuado como co-defensas en varios procedimientos penales, entre ellos el que se inició a raíz de la acción de Rodea el Congreso del 25-S de 2012.
También es importante para nosotras destacar que Bea fue una de las personas que animó a algún socio de este despacho a terminar la carrera, colegiarse e ingresar en las filas de ALA. Y fue de las primeras compañeras en tratarnos, al terminar la carrera, de igual a igual. Un ejemplo de su generosidad.
Beatriz fue una incansable activista en la defensa de los derechos de las mujeres y las niñas, y de los derechos humanos en general, desde el mismo día en que se incorporó al Colegio de Abogados de Madrid, el 20 de marzo de 1975.
Trabajó en las convocatorias de manifestaciones del 8 de marzo, en la Campaña de mujeres al poder, en la Red Europea de Mujeres y en la IV Conferencia mundial de la mujer en Beijing de 1995. Fue abogada en el Tribunal Tutelar de menores donde realizó labores de asesoramiento y colaboró en el Primer Plan de Violencia de Género de la Comunidad de Madrid de 1985. Y fue precursora del Fórum de política feminista que surge ese mismo año para convertir los problemas de las mujeres en cuestiones políticas.
Perteneció al Turno de violencia de género del ICAM desde su creación y fue impulsora de un “Programa de asistencia a mujeres víctimas de maltrato en el ámbito familiar” creado para que las mujeres tuvieran asesoramiento jurídico y defensa como acusación particular en los juicios de faltas por maltrato en un momento en que la mayoría de estas denuncias se tramitaban por esta vía y no era preceptiva la intervención letrada.
Bea, nunca olvidaremos el tiempo compartido contigo en asambleas de ALA y Legal Sol, en los estrados, bares, despachos, las calles y en tu casa. Tampoco nos olvidaremos de tu compromiso, tus logros y tus victorias. Gracias por dejarnos entrar en tu vida y por enseñarnos tanto. Que la tierra te sea leve. Te querremos siempre.