Hace dos días, la Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal, presentó su Memoria del 2014 a S.M. el Rey. Por qué se lo entregó a él antes de hacerlo público para toda la ciudadanía es algo que se me escapa, pero a las pocas horas enmendó el error y lo puso a nuestra disposición en su web[i], por lo cual le estoy muy agradecido.
Tras una lectura superficial, he concluido que el contenido del documento es, en mi opinión, altamente criticable por un gran número de cuestiones, como su justificación de la Reforma del Código Penal y su petición de incrementar, más aún, la acción penal para algunos casos. Máxime si tenemos en cuenta que la Fiscalía recoge, entre otras informaciones, que en 2014 (con anterioridad a la entrada en vigor del nuevo Código Penal, la cual tuvo lugar en julio del año en curso), la delincuencia había bajado un 6% respecto del año anterior. Y no es un dato inusual, es la tendencia generalizada de las últimas décadas. ¿Por qué fue necesario, pues, un nuevo Código entonces?
Sin duda todo esto es material suficiente para escribir un artículo propio (o un libro, como ha hecho Julián Ríos respecto de la prisión permanente[ii]), pero como ya he anunciado a modo de spoiler en el título de éste, en estas líneas voy a referirme a los delitos de terrorismo, pues considero que se han incurrido en algunos errores que convienen matizar.
El capítulo de la Memoria anual que se refiere a este fenómeno comienza informándonos que “mientras las organizaciones terroristas tradicionales, de naturaleza marcadamente local y vinculada a planteamientos de segregación territorial (por ejemplo, ETA o IRA) han iniciado un irreversible proceso de extinción, el terrorismo internacional yihadista se ha consolidado como un problema global de dimensiones especialmente graves y alarmantes, constituyendo actualmente la mayor amenaza para la libertad y la seguridad de nuestras democracias”.
Acto seguido, el texto realiza un repaso de las distintas corrientes terroristas investigadas por la Fiscalía, entre ellas el “anarquismo insurreccional”. Respecto de ésta, la Memoria establece que «el año 2014 se ha caracterizado por una la inexistencia de acciones terroristas vinculadas al anarquismo insurreccional«, debido a las propias limitaciones del movimiento («ser desorganizado, asambleario y carente de estructuras […] de liderazgo, logísticas, financieras y armadas«) y a la eficacia policial-judicial. Esto hace «preveer que la actividad terrorista anarquista será tendente a cero en el año en curso«, según el informe.
Yo me pregunto, entonces, cómo es posible que se califique una determinada actividad como terrorista si no ha ejercido acciones violentas en años, y además carece de líderes, logísticas y armas.
La respuesta viene a continuación. Al no poder achacar al insurreccionalismo una actividad terrorista, la Fiscalía lo vincula con la violencia ejercida en manifestaciones en los últimos tiempos: «Ante esta imposibilidad de desplegar su actividad terrorista, el insurreccionalismo encuentra un nicho de acción entre las manifestaciones y los conflictos sociales. En un claro intento por instrumentalizaras y radicalizarlas, el insurreccionalismo se infiltra en estos movimientos. Como resultado, lo que se puede preveer como un conflicto social de baja peligrosidad, degenera en situaciones tales como el desatado en el desalojo de «Can Vies» en mayo o los violentísimos actos del 22 de marzo, en que, por primera vez, se intenta matar a un policía. Como resultado a todos estos factores, el año 2015 se prevé como un periodo con actividades insurreccionales destinadas a su recuperación orgánica y a mantener la estrategia de radicalización y violencia en los conflictos sociales«.
Resulta curioso que sean estos anarquistas quienes organizaron los disturbios del 22-M, porque según los medios, el 22 de marzo fue la organización Resistencia Galega la que “lideró y organizó los actos de violencia callejera” gracias a los entre “200 y 250 radicales miembros de este grupo terrorista”, según la SER[iii]. Por su parte El Confidencial asegura que para ello, “los activistas de Resistencia Galega que bajaron a Madrid, más de 600, que provocaron los mayores incidentes el 22-M tenían un plan de acción bien definido: camuflarse hasta tener ocasión de atacar a los agentes antidisturbios. Para ello, viajaron con bolas de acero y piedras -que arrojaron a los policías-, y también con navajas y demás armas blancas para buscar el cuerpo a cuerpo con los agentes”[iv].
Como publicó el periódico Todo por Hacer hace más de un año[v], “unos medios hablan de un número de terroristas de 200 y otros de 600, una diferencia nada desdeñable, además de extraña pues, justo a finales de enero de 2014, Europa Press publicaba que RG disponía de 15 miembros según policías expertos en lucha antiterrorista. Es decir, en apenas dos meses, RG incrementó sus miembros en un 4.000%, convirtiéndose en una de las organizaciones terroristas más grandes del planeta. Además, se dedicaron a lanzar piedras y a utilizar navajas, lo cual más que asociárselo a Bin Laden se lo asociamos al Jaro o al Vaquilla”. Por no hablar del sorprendente dato de bajar a Madrid con piedras desde Galicia o que estas gallegas no fueran detenidas, si tantas eran y estaban todas identificadas. Quizás sean informaciones alarmistas como estas, en las que se informa que 600 terroristas han campado a sus anchas por las calles de la capital ejerciendo la violencia y que, la policía, a pesar de ser conocedora de toda esta situación, ha sido incapaz de impedirlo, las que explican por qué se ha aprobada la mentada reforma del Código Penal.
Alguien me podría argumentar que una cosa es lo que publique la prensa y otra la que publique la Fiscalía. Y sería cierto, si no fuera porque ambas cuentan con las mismas fuentes policiales para la elaboración de sus respectivos informes.
Recapitulando, hace un año y medio estas fuentes informaban que era RG[vi] quien organizó los incidentes del 22-M (entre 15 y 600 miembros de la organización, viajando desde su tierra con navajas y piedras provenientes del Macizo Galaico), y este año resulta que fueron las anarquistas quienes lo hicieron. Unas anarquistas, recuerdo, que no tienen líderes, financiación, armas, ni comenten actos de violencia, pero son terroristas.
La atribución, tan a la ligera, de una actividad terrorista a un grupo de personas es una actividad sumamente peligrosa. No olvidemos que estos delitos son, de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico, algunos de los más graves que se pueden cometer. En respuesta a este fenómeno, la legislación española en esta materia se caracteriza por la dureza de sus penas (hasta 40 años de prisión o prisión permanente revisable por los más graves) y su excepcionalidad procesal (se puede decretar la detención incomunicada, por ejemplo). ¿Cómo pretendemos ponderar en su justa medida una actividad delictiva y la necesidad de reformar las leyes penales con semejante calidad informativa?
[i] La Memoria se puede descargar aquí: https://www.fiscal.es/fiscal/PA_WebApp_SGNTJ_NFIS/descarga/MEMFIS15.pdf?idFile=989ed5e3-7339-4575-91d5-3a3b246db8af
[ii] Véase Julián Ríos, La Prisión Perpetua en España: razones de su ilegitimidad ética y de su inconstitucionalidad, 2013.
[iii] Véase “Según la Policía una escisión de Resistencia Galega organizó la violencia callejera”, publicado en La Ser el 25 de marzo de 2014: http://cadenaser.com/ser/2014/03/25/espana/1395708631_850215.html. Esta noticia, basada en informaciones policiales, fue publicada mientras el Tribunal Supremo deliberaba si Resistencia Galega se podía considerar, o no, una organización terrorista. Finalmente, en abril de 2014, emitió una sentencia en la que estimó que sí se trataba de una organización terrorista (http://www.abc.es/espana/20140424/abci-resistencia-galega-201404241217.html)
[iv] Véase esta noticia de El Confidencial, publicada el 27 de marzo de 2014 (durante la misma deliberación del TS), basada en informaciones policiales: http://www.elconfidencialdigital.com/seguridad/Resistencia-Galega-violencia-terrorismo-callejero_0_2241975810.html
[v] Véase http://www.todoporhacer.org/ficticia-carta-al-director-de-cualquier-medio
[vi] Y eso a pesar de que en octubre de 2012 se dio por desarticulada la banda, como nos informa La Vanguardia: http://www.lavanguardia.com/politica/20121030/54353649680/policia-desarticulada-banda-terrorista-resistencia-galega.html
DANIEL AMELANG LÓPEZ (Abogado)