De piso turístico a alquiler de temporada. Ya se sabía y no fue porque no hubiera suficientes advertencias. La Ley de Vivienda dejaba fuera tres vías que se estaban convirtiendo en las favoritas de los caseros deseosos de extremar la rentabilidad de sus propiedades: los pisos turísticos y los alquileres de temporada y por habitaciones.
Los sindicatos de inquilinos avisaron: este vacío de regulación podía ser aprovechado por los propietarios y provocar un movimiento hacia este tipo de contratos temporales, que carecen de límites de tiempo de permanencia y de obstáculos para subir los precios. Y así fue. De hecho, ya estaba ocurriendo desde antes.
Martín Cúneo ha publicado un artículo en El Salto hablando sobre este fenómeno. Y explica que el alquiler medio había trepado hasta los 1.123 euros, 36 euros más que a principios de año.
Los alquileres de temporada, explica a El Salto nuestra compañera Silvia Beltrán se rige por la voluntad de las partes: “Estas son libres de acordar aspectos como la renta, la duración, posibles incrementos, prórrogas, incrementos, actualización de cantidades o obras a ejecutar”. El problema, señala esta abogada especializada en derecho civil, es que cada vez son más propietarios los que ofrecen este tipo de contratos de forma “fraudulenta”, para eludir la normativa de la ley estatal de alquileres, los límites a las subidas de precios de la renta y los plazos de prórroga obligatorias que se establecen para los contratos de vivienda.
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Los alquileres de temporada se convierten en una de las principales vías para burlar la legislación vigente y aumentar los precios sin control. Gracias a @ElSaltoDiario por recabar la opinión de nuestra compañera @SilviBeltranG en este artículohttps://t.co/tq4CyWikfD
— Red Jurídica | Abogacía (@laredjuridica) October 20, 2023
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